Al Final del Tunel

Es tan insoportable este dolor que siento, no tengo fuerza ni siquiera para ponerme en pie, me choca estar enfermo, ya no quiero sentirme así, ni siquiera me he movido de mi cama en 2 días, ya no quiero estar así. Mis padres al ver mi estado, no lo toleran más y me llevan al hospital a que me atiendan, yo no opongo resistencia y voy.

Hemos llegado al hospital, no tengo ánimos de nada, solo de aliviarme. Después de una larga espera, o al menos así lo sentí, entramos con el médico, me revisa y me diagnostica una enfermedad respiratoria, no es de cuidado pero si requiere medicina algo fuerte, no me importa que sea lo que me dé, siempre y cuando mejore.

Me han inyectado, no les tengo miedo, pero no son muy gratas en mi vida, pero debido a las circunstancias no me importa, siento como mejoro poco a poco, es hora de disponerme a partir rumbo a mi hogar. Sigo sin fuerza alguna, pero no sé cómo, pero me pongo de pie y me dispongo a salir del hospital, me acerco a la salida y me empiezo a marear, no me siento muy bien, ¿por qué todo me da vueltas?, volteo a ver a mi madre y me desvanezco.

Que hermoso lugar es donde estoy, es un poco oscuro, a decir verdad demasiado, pero es muy tranquilo, hacía tiempo que no me sentía así, esta tranquilidad que ronda mi cuerpo me fascina. Quisiera saber en dónde estoy, pues aunque me sienta tan relajado, una parte de mi cuerpo siente un miedo intenso, que de repente comienza a envolverme completamente, esa tranquilidad se ha ido.

Es confuso, primero me sentía tranquilo y relajado, y ahora siento un temor intenso en todo mi cuerpo, jamás me había sentido de tal manera, pero ¿qué es este lugar? ¿Por qué comienzo a sentir tanto frio? Ya no me está gustando el estar aquí, pero ¿hacia dónde voy?

De repente veo una luz al final de un túnel, siento como si me llamaran, mi cuerpo empieza a dirigirse hacia él instintivamente, no puedo dejar de caminar, es como si mi cuerpo reaccionara automáticamente, no me desagrada el hecho de ir a ese lugar, quizá ya ha llegado mi hora. Conforme avanzo mi cuerpo vuelve a sentir ese temor inmenso, de repente ya no quiero seguir avanzando, quiero regresar, pero mi cuerpo no responde, me acerco mas y mas al final, la luz se acerca; que irónico, yo jamás creí que eso fuese real pero me está pasando, y ¿ahora que pasara?

En un segundo comienzo a ver pasar frente a mis ojos una película de mi vida, esto pensé que solo era un invento de las películas. Ya no quiero llegar, esto no me gusta, como le hago para regresar, ¿qué hice mal? ¿Por favor alguien que me ayude? Este miedo nunca antes lo había sentido, tengo pavor, pero mi cuerpo no responde, ¿por qué ahora deja de funcionar?

De repente y a lo lejos se escucha una voz que pronuncia mi nombre, a decir verdad lo está gritando pero se escucha muy lejos de mí, me ha tranquilizado un poco. Cada vez la escucho más cerca, mi cuerpo comienza a responder, ya no sigue avanzando, se ha detenido a unos cuantos metros del final, de ese túnel tan frio y tenebroso; la voz cada vez es más intensa, me ha tranquilizado completamente y logro identificarla, es mi madre que casi llorando pide que no me pase nada, que regrese con ella, que no me valla, que tengo mucho por hacer y que no me deje vencer. Tiene razón, no he cumplido mi misión, así que no tengo porque irme. Cada vez es más fuerte su voz, ya no siento miedo, me siento tranquilo de nuevo.

Ahora ya escucho también las voces de mi padre y del médico, siento como si estuviese acostado y como me inyectan algo en el brazo, quiero abrir los ojos pero no puedo, es muy frustrante para mí el no poder hacerlo, me comienzo a desesperar, ¿por qué no puedo? ¿Qué es lo que me sucede? No pasa mucho tiempo cuando logro abrir los ojos, allí están a mí alrededor, observándome detenidamente, mi mama, mi papa y el médico. Solo tengo algo que decir y es ¡gracias!

Fifty