domingo, 7 de marzo de 2010

Suicidio

Que curioso es cuando uno piensa como se sentirá ser libre definitivamente, el no tener tantas presiones encima, tantos problemas que parecieran no tener solución, tantas cosas que rondan mi cabeza, pero como encontrarla. Quizá me llamen cobarde por lo que pienso hacer, pero a quién demonios le importa lo que los demás piensen.

Me siento tan tranquilo sentado aquí, en la orilla del último piso de este edificio, nadie se ha dado cuenta de que estoy aquí, simplemente a nadie le importo, si me lanzo en este preciso momento nadie lo notaria, nadie lloraría, nadie se preocuparía. Esta tranquilidad que recorre mi cuerpo, quisiera poder tenerla diario, olvidarme de mis problemas, sentir el aire en mi rostro, así como en este momento, ya nada importa, pues le daré solución en unos segundos.

Veo a todos pasar tan de prisa, se siente tanto estrés en su esencia, pero desde aquí todos se ven tan vulnerables, así es como realmente somos todos, simplemente somos humanos y algunos no lo entendemos, ni lo entenderán, porque nadie me pregunto si en algún momento me sentía mal o si tenía problemas. Ni siquiera mis padres tuvieron la delicadeza de hacerlo, parecía que lo único que un hijo necesitaba, según ellos, era tener alimento, vestido, un techo donde vivir y todo lo material que se le antojara, nunca me pusieron peros para aquello que quería, realmente me pregunto si lo necesitaba.

Tuve casi todo lo que quise, zapatos, ropa, videojuegos, juguetes, automóviles, excepto unos verdaderos padres con los cuales poder platicar, jugar, convivir, a quienes abrazar y decirles como me sentía en ese momento. Lo único que tuve fue a gente que me cuidaba, que realmente no sé si lo hacía por necesidad o porque así lo sentía. En fin creo que es lo que debo hacer con mi vida, llegar a su final, aunque el sentirse muerto en vida es peor que estar muerto.

Hoy llegara a su fin mi vida, sabré si realmente existe algo mas allá, o si es simplemente un cuento, sabré si existe un paraíso o un infierno, que analizando bien y debido a lo que hare, no tendré entrada al paraíso, pero a ¿quién le importa?

Es bastante alto, el miedo recorre mi interior, pero ya estoy aquí y estoy decidido a hacerlo. Por último y antes de lanzarme al abismo, tomo papel y pluma el cual dice: “gracias papas por todo lo que me dieron, perdónenme por haberlo hecho, hermanito querido perdóname por todo y te doy las gracias por aguantarme, cuídense mucho”.

Ya no hay vuelta atrás, me he lanzado al abismo, mientras caigo se me vienen a la mente todos esos recuerdos tan bonitos que viví, que en realidad no fueron muchos. Me siento libre como nunca me había sentido, es casi como si pudiera volar, en pocos segundos veo como el suelo se acerca…

Ya no siento la presión en mi interior, todo se ha terminado, mi cuerpo tirado en el piso bañado en sangre y la gente alrededor observándome.



Fifty

1 comentario:

  1. tu zabez k me enkanta komo ezcribez..te quiero muzho diego y pz me da guzto k zigaz azi..Dios te bendiga y graciaz por zer mi amiguito..
    Att K.R.

    ResponderEliminar