viernes, 5 de marzo de 2010

Stephany!

Stephany se despertó como cualquier otro día, alas 5:30am, alentada por su alarma o al menos eso creía. Se levanta prácticamente de manera automática, se mete al baño como siempre y toma su ducha acostumbrada; mientras se encuentra bajo la regadera comienza a pensar que si tan solo pudiera tener cinco minutos para ella. Inmediatamente sacude su cabeza y sale a alistarse para empezar su atareado día.

Se encuentra en el bus pensando en todo lo que tiene que hacer en el transcurso del día, tantas cosas por hacer y tan poco tiempo para ello; finalmente llega a la escuela, no son ni las 7am y el estrés recorre su cuerpo, la angustia se apropia de ella. Comienzan las clases, lo que para ella solo significa una cosa, trabajos por montón.

Por fin Fany se da un tiempo para desayunar, es tanto su trabajo que ni siquiera saborea lo que come, pero ¿cómo hacerlo si lleva meses así? Sus amigos le preguntan ¿por qué se ha descuidado? Que es más importante para ella, Fany sonríe, sabe que su sonrisa es mas falsa que nada y niega todo, agregando que esta de maravilla, que nunca había estado mejor y que se siente excelente. Su mejor amiga la voltea a ver, ambas saben que eso no es verdad pero permanecen en silencio, Fany se despide de sus amigos, pues tiene muchas cosas pendientes que terminar.

Es casi la hora de salir, Fany se encuentra en la computadora con el mensajero abierto, es la única manera de comunicarse con sus amigos, cientos de ellos le preguntan que le sucedió a su celular, ella solo dice que está descompuesto, pero en su interior piensa si realmente hace lo correcto al decirlo, pues siempre esta tan ocupada que el solo hecho de que le mencionen que la llamaran o mandaran mensajes, la distrae.

Llega la tarde, todo mundo pensara que Fany está menos atareada, pero al contrario esta más estresada que nunca y muy ocupada, anda de un lado para otro y de arriba abajo.

Ya es de noche y Fany sigue trabajando en sus tareas, está muy estresada como casi siempre, su cuerpo pide descanso, sus ojos se cierran, su cabeza se revela y simplemente le comienza a doler; Fany se pregunta cuánto tiempo más podrá seguir así, en cuanto tiempo su cuerpo sucumbirá. Ella no es la única que lo piensa, familiares y amigos también lo hacen.

Stephany está contenta pues lo que hace le fascina, le gusta, pero se siente tan cansada que está confundida y no sabe realmente que hacer. Sus amigos están preocupados por ella y no quieren que la próxima vez que la vean sea postrada en la cama de un hospital.

Fifty

2 comentarios:

  1. amigo ya zabez k ziempre ez un guzto leert,komo ya te dije anteriormente zoy tu fan numero 1!!y puez zigue ezcribiendo kozaz azi!y graciaz por ezcuzharme kuando maz lo necezito!
    atte K.R.

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  2. oye qe padre, la verdad es algo qe creo qe a todos alguna ves nos pasa y es muy padre que una persona refleje el sentimiento de tantas escribiendolo tqm *america*

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